Los senderos de la vida

Los senderos de la vida

Publicado el enero 30, 2011 por olamar

La vida es un camino lleno de senderos, eso es algo que todos hemos escuchado decir alguna vez, cuando nuestros padres nos educaron, cuando nuestros amigos nos fallaron, cuando perdimos un amor o simplemente cuando  hemos pensado en las opciones que tenemos para avanzar.

Si, realmente creo que la vida es un camino un camino lleno de atajos y senderos, a veces los que tienen prisa por vivir cogen atajos para llegar antes a esa meta imaginada que es la experiencia, la sabiduría, la madurez….o simplemente llegar el primero.

Otros sin embargo, van caminando lentamente y descubriendo el nuevo camino que les aparece delante, sin prisas, sin agobios aceptando cada una de las experiencias que el caminar conlleva, y sin abandonar el sendero que comenzó en su más tierna infancia.

Otros van saltando de camino en camino, cogen atajos, vuelven al camino, cambian de sendero, agotan sus días buscando el camino perfecto… el camino feliz, aquel que no tiene más que flores y luz, pero se equivocan y se vuelven a equivocar.

Yo creo que la vida es un camino lleno de senderos pero que los senderos de este camino no son más que las vidas que se unen a nuestro camino…familia, amigos, hijos….esos son los senderos de la vida. Los atajos, por el contrario, pienso que son invasiones en el camino de los demás, es como un rio que inunda los riachuelos vecinos, no soy partidaria de coger atajos ni pisar el terreno de nadie a menos que me den permiso para caminar junto a ellos.

Quizás sea un poco filosófico esto que digo, pero realmente pienso que la vida es como un rio que recibe agua de todos los afluentes… agua que debe aprovechar para aumentar su caudal pero nunca para desbordar a ningún otro rio que encuentre en el camino.

Pues sí, así es la vida, todos tenemos una vida para vivir y compartir con todos aquellos que nos rodean, entrar en sus vidas para compartir experiencias , cariño… pero nunca debemos aprovechar una puerta que se abre para robar la llave. No podemos entrar en la vida de los demás arrasando todo lo que alguien construyo con trabajo y dignidad por simple capricho o en beneficio nuestro. Si vamos así por la vida corremos el riesgo de que nuestro camino quede aislado, que los demás pongan cercas y balaustradas para que no pasemos, que nadie quiera compartir el paseo de vivir con nosotros.

La vida de una persona es un suspiro, un minuto en el reloj de la humanidad, vivamos!… porque es poco el tiempo que tenemos y no lo desperdiciemos por tener un minuto de gloria dejando un recuerdo egoísta a quien nos quiera recordar.