Prefiero sonreir

A mi me gusta sonreír, si me gusta sentirme bien y regalar sonrisas, de esas sonrisas que iluminan la cara de aquel que la recibe porque sabe que es una sonrisa sincera, alegre que solo pretende despertar alegría en el otro.
 Me gusta sonreír cada vez que veo a un amigo, cada vez que recuerdo momentos felices, sonreír cuando las cosas no van del todo bien como animándome a seguir adelante, dándome fuerzas para soportar todo aquello que la vida nos depara, si...me gusta sonreír, con una sonrisa grande y clara de esas que a veces van acompañada de una carcajada y que contagia a todos los que están a tu alrededor. Una sonrisa es algo confortante y agradable para el que la da y para el que la recibe.
Pero hay otros tipos de sonrisas, esa sonrisa hipócrita que alguien lanza contra ti y que tu sabes perfectamente que no es sincera, sabes cuando la recibes que no es buena...Tenemos la sonrisa figurada ,esa pequeña sonrisa de compromiso que recibimos cuando alguien nos lanza un "bueno vale, déjame en paz"...
También existe la sonrisa de terror, esa sonrisa helada que se dibuja en nuestros labios cuando nos morimos de miedo...
La sonrisa nerviosa, esa que utilizamos como mecanismo de defensa porque no sabemos qué hacer, qué decir y nos aferramos a algo tan simple como sonreír, pero en nuestro rostro se dibuja la sombra de la duda,  nuestra cara refleja ese temor al desconocimiento, a a ser descubiertos de algo...
Tenemos la sonrisa ancha y larga, la sonrisa infantil ingenua y sincera, la sonrisa de alegría y la sonrisa de pena.
Que cosa tan curiosa , las sonrisas pueden ser como las lágrimas, un mecanismo de defensa para nuestras alegrías o para nuestras penas, podemos empezar con una sonrisa y acabar derramando lágrimas o llorar desconsolados para finalizar sonriendo,pero yo sinceramente ... si tengo que elegir entre llorar o reír, prefiero una sonrisa, pues creo que sonriendo es mas sencillo vivir.