domingo, 19 de julio de 2015

Son tantas cosas...

Cuando estas incapacitada totalmente sólo te quedan los sentidos y la capacidad para pensar, el pensamiento se convierte en un compañero de viaje que no deja de hablarte durante el trayecto. Pienso en lo que fue mi pasado, en lo que es mi presente y tiemblo con pavor de pensar en mi futuro.

Cuando pienso en el pasado soy feliz porque en el están los recuerdos más maravillosos de mi vida, mi infancia, mi juventud, mi boda, el nacimiento de mis hijos, que fue uno de los acontecimientos mas hermosos de mi vida, mis amigos, mi trabajo, mis viajes, en fin, todas esas cosas que he hecho en 53 años que me han hecho feliz, a mi y a los que me rodeaban.
En mi pasado era luchadora y andaba sin miedo de frente a los problemas. Solucionaba, o al menos lo intentaba, los problemas de todo aquel que me rodeaba, por mi familia lo di todo.

Luego llego el presente, un día decides viajar felizmente con tus hijas y algo ocurre que empieza a avisarte que las cosas no van bien..una caída sin sentido, un dolor de piernas inexplicable y sobre todo la falta de vida al caminar, en fin que decides ponerte en mano de los médicos y descubren que tienes ELA...
Ya podéis imaginar como es mi presente.

Y del futuro no quiero ni hablar, un futuro en el que ya me han dicho que estaré totalmente inmóvil y con mis cinco sentidos intactos, ¿quien puede evitar temblar con un futuro como este? Nadie puede explicar ni entender como es la enfermedad de la ELA, porque ni siquiera los que la sufrimos la sufrimos de la misma manera, son tantas cosas las que te pierdes en el camino que te da pavor llegar al final.

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