viernes, 28 de septiembre de 2012

Una madre....hasta después de los tiempos.

El amor hacia un hijo es algo tan grande ,tan especial ,tan maravilloso que no hay palabras para definirlo...

Es un sentimiento tan grande que no existen adjetivos que puedan explicarlo,solo podemos sentirlo aquellas que tenemos el privilegio de ser madres, nadie, nadie podrá nunca saber lo que duele un hijo si no es madre.
Madre no es la que da a luz, sufre en el parto y todo eso.... madre es aquella que vela ,cuida ,mima ,arropa ,besa ,defiende ,anima ,comprende, guarda silencio, habla ,susurra, siente...

Cuando un hijo mira a una madre esta no puede evitar leer en lo mas profundo de sus ojos, no puede evitar traspasar la frontera del iris e introducirse en lo mas profundo del sentimiento del alma del hijo, alli encuentra el sentimiento oculto que le hace temblar, allí descubre aquello que le hace tener miedo, allí encuentra todas las interrogantes que el hijo nunca supo contestar...un hijo mira a una madre y guarda silencio pero la madre con esa mirada sabe entender todas las palabras mudas que se esconden en la boca cerrada del hijo.

Un hijo camina y la madre solo con mirarlo sabe si esta cansado, ausente, animado o simplemente perdido en un mar de dudas....
Un hijo habla y la madre sabe con pocas palabras qué siente, qué piensa, qué teme...

Una madre siempre sabe todo aquello que el hijo teme comentar, una madre sabe cuando el corazón de su hijo esta dañado, herido, apenado e incluso a veces cuando sonríen para disipar las dudas las madres sabemos que son risas apenadas, sabemos que sufren en silencio, que luchan contra las adversidades de la vida e incluso morimos por ayudarles y daríamos nuestra vida por devolverles la felicidad.

Un hijo duele tanto, un hijo significa tanto, representa tanto para una madre que no hay nada que pueda compararse al amor incondicional de una madre por un hijo.
Las madres se entregan en cuerpo y alma a la educación, desarrollo y crianza de un hijo.
Los acompañan es sus mejores momentos celebrando sus éxitos y los animan en sus fracasos, alimentan sus sueños y calman sus desesperaciones, ríen con ellos y secan sus lagrimas, escuchan sus anhelos y sueños sin dejar de aconsejarles para que nunca caigan....es tan difícil mantenerse cerca sin agobiar, los hijos necesitan su espacio pero las madres jamas sueltan sus manos, se apartan un poco para que ellos caminen solos pero están al acecho por si resbalan poder ayudarlos, alentarlos y levantarlos .

Desde que nacen y lo cogen en sus brazos tan indefensos ,hasta que se hacen adultos una madre se entrega a su servicio hasta después de la muerte, durante toda la vida y hasta después de los tiempos. 

1 comentario:

  1. No hay verdad más grande y sentimientos más sinceros que los de una madre a sus hijos.Lo has definido perfectamente Marina ,es un escrito precioso

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